EL BANCO DE RECURSOS ASERTOS, UN BANCO DE TIEMPO COMO HERRAMIENTA PARA LA REGENERACIÓN URBANA COMUNITARIA DE BARRIOS VULNERADOS
A través del programa Asertos, la ONG Arquitectura Sin Fronteras y la asociación Quatorze promueven un desarrollo local de barrios en situación de vulnerabilidad, partiendo de los recursos locales de la población que habita el territorio. Con sede en Alicante, el equipo Asertos empezó en 2017 a trabajar en la barriada del Cementerio, zona al oeste de la ciudad que se encuentra en una situación de vulnerabilidad integral, y abrió su actividad en 2022 a otros dos barrios: Colonia Requena y Carolinas Bajas.
La vulnerabilidad urbana es un fenómeno que resulta de la inscripción de las desigualdades de nuestra sociedad en el espacio, deriva de una combinación entre exclusión social, económica y residencial. Por lo tanto, a la escala micro-local de los barrios vulnerados, el Banco del Tiempo tiene un papel muy interesante que desempeñar como potenciador de tejido social. Para poder combatir la vulnerabilidad urbana necesitamos recuperar nuestras comunidades, fuentes de salud, bienestar y acción social. La metodología Asertos propone como medio para aumentar la inclusión y cohesión social, una transformación participativa de los barrios degradados liderada por sus habitantes, usando la excusa de la mejora física como herramienta para descubrir, conectar y movilizar los recursos presentes en estas zonas.
La creación de un “Banco de Recursos” con implantación en los barrios vulnerados promueve un Desarrollo Comunitario Basado en Activos (ABCD): liderazgo ciudadano consciente de sus recursos existentes, anclado en un territorio, centrado en sus relaciones y con foco en la inclusión. Aquí los “activos” o “recursos” se entienden como conocimientos, habilidades, talentos y pasiones de los residentes, pero son también las personas conectoras, los grupos ciudadanos, las entidades locales, las historias y los lugares de interés. Es en este sentido que este Banco de Tiempo se reviste del término “Banco de Recursos”, buscando conectar en una cadena de intercambios a impacto positivo un amplio abanico de recursos inmateriales, pero sumando también una dimensión física, compuesta por donación de materiales de construcción y préstamo de herramientas.
El Banco de Recursos del programa Asertos ha ido apareciendo de forma progresiva gracias al trabajo de campo en el Barrio del Cementerio. Sin embargo, se estructuró de forma definida y administrada a lo largo de 2022. Esto fue posible gracias al análisis participativo y a la creación y fortalecimiento de las relaciones entre el equipo Asertos, los/as vecinos/as y las entidades locales. El germen del proyecto ya se encontraba dentro de la propia comunidad que, tanto por su historia como por efecto de la exclusión social y territorial, ha conservado un tejido urbano y comunitario muy familiar, con fuertes relaciones de vecindad y de solidaridad, aunque muy a menudo se limitan a un círculo familiar cerrado.
Los barrios vulnerados son un contexto donde los recursos son invisibilizados, escondidos detrás de las cifras del desempleo y del imaginario negativo común, llevado desde la perspectiva de la ciudad centralizada y asistencial. Sin embargo, cuando consideramos los recursos más allá del aspecto económico y de las actividades profesionales, nos damos cuenta de que la comunidad rebosa experiencias, conocimientos, historias, habilidades sociales, predisposición a la ayuda mutua, ganas de actuar... Y muy a menudo, del tiempo para movilizar estos recursos para mejorar sus condiciones de vida inmediatas. De ahí la relevancia del desarrollo de un Banco de Recursos comunitario.
DESCUBRIR LOS RECURSOS
Antes de iniciar un proceso de conexión y movilización de los recursos locales, el primer paso es el descubrimiento: hacer visibles y registrar los recursos y las necesidades presentes en las comunidades de los barrios, generando un repertorio/directorio de recursos, a nivel individual, familiar, comunitario, asociativo e institucional. En la comunidad, este mapeo de activos se realiza principalmente a través de entrevistas personales que abordan temas como “lo que te gusta, lo que crees que haces mejor, en que te implicarías para mejorar el barrio…” pero también “dónde te reúnes con tu familia, y con tus vecinos/as, qué es lo más bonito de tu barrio, tu mejor recuerdo, a quién sueles pedir consejos, ayudas dentro de la comunidad…”. Permiten establecer un retrato de la persona o de la entidad tanto como un panorama general del barrio y su comunidad con el propósito de poder acercar y adaptar las intervenciones a la realidad social del terreno. La entrevista, realizada por un/a miembro del equipo gestor, es un paso necesario para formar parte del Banco de Recursos y beneficiarse de los servicios que conlleva, así la persona o entidad se adhiere como miembro del colectivo, generando una nueva cuenta que se añadirá al directorio.
El mapeo de recursos, por ahora gestionado por el equipo Asertos, se alimenta por medio de las permanencias que se realizan semanalmente en el barrio. La presencia regular de una persona arquitecta y una educadora social del equipo permite combinar el rol de "prestadores del servicio de acompañamiento socio-residencial" con el de "animadores comunitarios". De esta forma, cuando alguien acude a las permanencias, muchas veces para expresar un malestar y una necesidad de ayuda para mejorar su vivienda o su zona, los profesionales se encargan de entender los problemas, y de cambiar la conversación centrada en los déficits a una basada en las fortalezas. Esta discusión permite introducir a las personas residentes en el concepto de Banco de Recursos y su sistema de intercambio de servicios dentro de la propia comunidad aprovechando aquello en lo que cada uno/a es bueno/a y sabe hacer. Así, se recopilan recursos / servicios que la persona desea recibir, tanto como los recursos / servicios que está dispuesta a ofrecer.
Este cambio de conversación de necesidad a recursos sigue el enfoque del Desarrollo Comunitario Basado en los Activos: adoptar la mirada comunitaria como método de empoderamiento y de desarrollo sostenible, en vez de la mirada centrada en los derechos y los servicios sociales, tratando de encontrar soluciones asistenciales externas. Responder a las necesidades a través del Banco de Recursos crea una forma de actuar circular basada en la retroalimentación, donde los/as ciudadanos/as toman la iniciativa utilizando lo que tienen para conseguir lo que necesitan.
De las 69 personas que actualmente forman parte del Banco de Recursos del Barrio del Cementerio, el mapeo de activos comunitarios ha sacado a la luz más de 2000 recursos, 872 descubiertos por hombres y 1185 por mujeres. Esto supone una media de casi 30 activos por persona, que progresivamente, están siendo conectados y movilizados para mejorar el hábitat desde dentro, lo cual tiene un impacto determinante frente a la situación de desamparo que caracteriza la vulnerabilidad urbana.
CONECTAR Y MOVILIZAR LOS RECURSOS
A partir del mapeo de activos, se trata de conectar y movilizar los recursos identificados a través de cadenas de intercambios, que, de manera simultánea, intentan dar respuesta a necesidades sociales y espaciales (viviendas y espacios comunes), crear nuevos vínculos sociales, promocionar los cuidados y la inclusión, y reforzar la autonomía y independencia en un contexto generalizado de dependencia de los servicios sociales.
Por una parte, la conexión de los diferentes activos presentes en el barrio se facilita a través de conversaciones de aprendizaje con las personas residentes, y la organización de asambleas a diferentes escalas para la toma de decisiones colectiva, el co-diseño y la gestión comunitaria. Se estructuran las prioridades desde dentro, y se definen las necesidades de buscar recursos externos a los barrios cuando sea necesario, estableciendo relaciones con entidades privadas, sociales, académicas o públicas. La “conexión” de los recursos también se forma dentro de las mismas actividades comunitarias de “movilización”, pretextos para el fortalecimiento del sentido de comunidad y la creación de nuevas relaciones en los vecindarios y hacia fuera de los mismos.
Por otra parte, la movilización de los activos se pone en práctica por la organización e implementación de acciones para la transformación comunitaria de los barrios mediante actividades y obras formativas y participativas que generen o mejoren espacios de uso y gestión comunitaria. También se movilizan los activos para la celebración de eventos comunitarios, que sirvan como momentos festivos, de puertas abiertas para la diseminación de las acciones llevadas a cabo, o de reivindicación para la visibilización de situaciones de vulneración o de "luchas comunitarias" en curso. Las acciones en vivienda, aunque se desarrollan más a escala de la unidad familiar, también forman parte de la movilización de activos y de los intercambios del Banco de Recursos.
EL BANCO DE RECURSOS ASERTOS EN LA PRÁCTICA
Concretamente, la implementación de talleres participativos de transformación de espacios comunes, llevados a cabo en formato de una semana, son sin duda el mejor ejemplo de las actividades comunitarias organizadas en el marco del Banco de Recursos en el Barrio del Cementerio. En los últimos dos años, estos talleres han permitido la creación de dos espacios comunes en el Barrio, que hasta ahora padecía de una extrema carencia de espacio público, transformando espacios antiguamente utilizados como vertederos ilegales en un parque infantil, un área de picnic con sombra y un campo de fútbol. Además de devolver estos espacios abandonados, antiguos depósitos de basura, a los y las vecinos/as de forma inclusiva y crear espacios de reuniones y ocio, son las propias personas residentes del barrio quienes son actores de la mejora espacial, iniciando la apropiación del espacio desde la primera etapa de la transformación.
La integración de las horas de participación de los/as vecinos/as en estas obras participativas permitió fomentar la colaboración vecinal, hasta entonces muy complicada de movilizar en las actividades participativas no remuneradas. El taller de carpintería en colaboración con la Mikrokooperativa Agotzenea para la construcción participativa de un Parque infantil en noviembre de 2022, por ejemplo, contó con la participación de 11 personas del barrio durante 107 horas acumuladas. Mientras que el último taller de bioconstrucción (adobes, tapial y madera) coordinado en conjunto con la Fundación Rehabitar, que se llevó a cabo en abril de 2023 para la construcción de una pérgola, de mobiliario urbano y de un campo de fútbol en la zona denominada “Jardines del Cura”, fue escenario de la participación de 28 vecinos y vecinas de la zona por una duración acumulada de 115 horas. Más allá de la movilización de recursos existentes, este formato de actividad, por su dimensión pedagógica y formativa, también revela y crea nuevos recursos locales que los/as vecinos/as podrán reutilizar para seguir mejorando sus condiciones de vida inmediatas, así se crean las bases de un círculo virtuoso de valorización de recursos que avanza hacia la autonomía de los habitantes.
Otros tipos de recursos se han movilizado y siguen diversificándose a través del Banco de Recursos Asertos, tanto colectivamente en espacios comunes como individualmente según los recursos e intereses de cada uno/a: reparaciones en vivienda, construcción de mobiliario urbano en madera, donación de árboles, cuidados de niños/as, taller de cerámica, limpieza de parcelas, mantenimiento del huerto comunitario, préstamo de herramientas… Por supuesto, estas actividades para el bien común sólo se registran como saldo positivo en la cuenta de los miembros del Banco de Recursos que ofrecen estos servicios. En cuanto a los servicios recibidos, la gran mayoría corresponden a servicios solicitados para la mejora de la vivienda, desde la simple donación de material o reparación de calentador hasta la rehabilitación completa de la casa.
Cuando se trata de obras importantes implicando tiempos de mano de obra elevados, el intercambio generalmente sale del marco del puro intercambio de tiempo e implica financiar la intervención con subvenciones económicas externas, asignadas al programa Asertos en su mayor parte por instituciones (convenios con la Vicepresidencia y Segunda y Conselleria de Vivienda y Arquitectura Bioclimática de la Generalitat Valenciana 2022 y 2023). Estos servicios se prestan por parte de personas que tienen recursos en obra y construcción, siendo la filosofía del proyecto valorizar los recursos locales, se favorece la implicación de vecinos/as del barrio con experiencia o ganas de formarse en construcción, aunque por razones técnicas o de gestión administrativa y económica, a veces es necesario recurrir a personas externas al barrio o empresas locales, en particular para proyectos de rehabilitación integral.
En la actualidad, la mayoría de los intercambios en el Banco de Recursos se basan en un modelo relativamente binario: recepción de un servicio de mejora de la vivienda / oferta de participación en una actividad comunitaria de mejora de espacios comunes del barrio. Pero progresivamente, los/as vecinos/as que llevan más tiempo implicados/as en el proyecto y en las dinámicas de transformación participativa del barrio van tomando iniciativa, paralelamente a la incorporación progresiva del concepto de Banco de Recursos a la red comunitaria del barrio, permitiendo desarrollar bucles de intercambio que recurren a tipos de recursos más variados y personales. He aquí un ejemplo entre otros:
"José, vecino de la calle Sin Sol, se formó en carpintería en 2022 con Mihai, carpintero profesional a quien el equipo de Asertos contrató para construir un “refugio cultural” de madera en la zona de José, cuyo uso comparten su familia y el equipo de Asertos. Desde entonces, José fabrica voluntariamente mobiliario urbano con madera reciclada para acondicionar los espacios comunes cercanos a su casa, pero también ha donado una de sus mesas y una papelera a Manolo mediante el Banco de Recursos. Manolo, vecino de la calle Sol-Florida, tiene buena experiencia en electricidad y fontanería, ha participado en numerosas actuaciones en viviendas del barrio, entre ellas la reforma de la red eléctrica de la casa de Raquel, en la calle San Emilio, que hasta ahora era muy precaria y peligrosa. A cambio de los servicios de reparación que recibe en su vivienda, Raquel ofrece espacio en su nave para almacenar herramientas y materiales de algunos vecinos, pero también participó en el taller de carpintería para construir el Parque infantil detrás de su casa, mientras su hija, a la que le encanta entretener a los/as niños/as, cuidaba de los/as hijos/as pequeños/as de otras vecinas que venían a participar y formarse en el taller…"
Juntando todas estas interacciones registradas desde abril de 2022, podemos contabilizar ya más de 160 intercambios realizados a través del Banco de Recursos del Barrio del Cementerio, incluyendo intervenciones de mejora constructiva en 18 de las viviendas del barrio. Todos estos intercambios son inventariados por el equipo gestor en una tabla reflejando los movimientos de cuentas representados por saldos positivos o negativos. Para poder crear un sistema comparativo, se utiliza el Activo Comunitario (AC), una unidad de medida a la que pueden convertirse las horas de trabajo y los costes materiales. Se proponen los siguientes tipos de cambio: Trabajo no especializado (1h = 1 AC); Trabajo especializado (1h = 2 AC); Cesión de herramienta (1 día = 1 AC); Donación de material (10€ = 1 AC). Las valoraciones subjetivas para asignar los tipos de cambio se llevan a cabo por consenso dentro del colectivo.
DESARROLLO Y AUTONOMIZACIÓN DEL BANCO DE RECURSOS COMUNITARIO
Hasta ahora el equipo de técnicos/as de Asertos asume casi siempre el papel de gestor del Banco de Recursos, pero su objetivo es tomar distancia progresivamente para dar paso a la autonomía de la comunidad, una vez implantada y puesta en marcha la dinámica. Ya se puede observar la creación de grupos motores en torno a ciertos/as vecinos/as motivados/as que se organizan, por ejemplo, para limpiar parcelas cercanas a su vivienda. En estos casos el equipo Asertos está interviniendo en un papel de asesoramiento para el diseño del espacio, y la compra de herramientas y material a través del Banco de Recursos. Este es el funcionamiento informal que caracteriza al Banco de Recursos, que tiene un carácter cada vez más comunitario.
Tras el desarrollo inicial de este concepto como proyecto piloto en el Barrio del Cementerio, el Banco de Recursos Asertos pudo empezar a establecerse en otros barrios. Esta apertura a un nuevo entorno urbano ha permitido desarrollar un Banco de Recursos que funciona de manera distinta, adaptado a los contextos sociales y residenciales de cada barrio, pero también a los actores locales preexistentes. En Colonia Requena, por ejemplo, la asociación con el Banco de Alimentos vecinal ha permitido a los/as vecinos/as ofrecerles horas de colaboración voluntarias a cambio de una reforma en las escaleras de sus edificios plurifamiliares, un servicio recibido y compartido por la comunidad de vecinos. El proyecto cobra todo su sentido cuando intercambios de recursos y redes de ayuda mutua se crean a través del Banco de Recursos entre estos diferentes barrios categorizados como vulnerados:
"Cuando José, del Barrio del Cementerio, viene a enseñar a los/as vecinos/as de Colonia Requena a construir jardineras de madera, o cuando las vecinas de Carolinas y Colonia Requena vienen a participar en el taller de cerámica en el local del Banco de Recursos del Barrio del Cementerio…"
Para poder proyectar una autonomía de este modelo al margen del grupo de Asertos, es fundamental tener en cuenta el rol que asume la ONG para darle la capacidad al Banco de Recursos de movilizar recursos externos. La relación con instituciones sociales y públicas, y la liquidez para afrontar pagos que la comunidad de usuarios no es capaz de asumir, son características fundamentales del modelo en curso. Aunque al hacer una estimación económica del tiempo voluntario movilizado, los recursos externos suponen cantidades menores con respecto a la movilización comunitaria, esta es una de las claves del dinamismo del Banco de Recursos, y es imprescindible para ser capaces de desbloquear situaciones de forma efectiva en las esferas de lo público y de lo común. Para ello, pueden ser interesantes herramientas como los presupuestos participativos, que permiten movilizar la inversión pública por medio de la propuesta y priorización ciudadana. Estas prácticas suelen desarrollarse a escala municipal, pero podría ser interesante realizarlas a la escala de barrio.
El Banco de Recursos Asertos precipita un cambio sostenible y satisfactorio a través del poder relacional de los habitantes, proyectando una estrategia de actuación innovadora que mire hacia un futuro digno, democrático y no asistencialista a la escala del barrio. Partiendo de las redes vecinales como fuente primaria de recursos, en colaboración con entidades sociales e instituciones públicas, se pone en marcha dinámicas de intercambio y aprendizaje lideradas por la ciudadanía, logrando una regeneración urbana comunitaria.
Gwennan Lebreton, Inés Perrino Callejo y Daniel Millor Vela
Equipo Asertos: Arquitectura Sin Fronteras & Quatorze
Contactos:
623 323 068
Calle Toledo, 48, 03002 ALICANTE
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